El neurólogo brasileño afincado en Pensilvania Tharick Pascoal es uno de los ochenta peregrinos que, procedentes de 26 países diferentes, participan desde este lunes en la segunda edición de Walking the Talk for Dementia. Una iniciativa que define como “un evento muy especial por el contacto con los pacientes, con los cuidadores, que te aportan una visión muy distinta a la que sueles tener cuando te relacionas en conferencias con investigadores”, y a la que decidió sumarse porque “es algo innovador, unir a todas estas personas para caminar y compartir sus experiencias”.
Convencido de que “debería copiarse en otros lugares y ambientes”, explica en conversación con EL CORREO GALLEGO que él conoció este proyecto, impulsado por el también brasileño Fernando Aguzzoli-Peres y que cuenta con la colaboración de Agadea como anfitriona, así como de Fagal y la Universidade de Santiago, “a través de unos amigos que estuvieron el año pasado”.
Insiste en que “debería ser un modelo a trasladar a otros sitios porque aunque no exista la combinación perfecta de un Camino espiritual como el de Santiago, iban a beneficiarse de una experiencia como esta”.
En la que es su primera visita a Galicia, además de compartir momentos distendidos con el resto de peregrinos, Tharick Pascoal será uno de los profesionales que participará en el simposio con el que se cerrará esta edición del Walking the Talk for Dementia.
Nuevos ensayos clínicos
Centrará su intervención en los nuevos ensayos clínicos y los nuevos estudios relacionados con el alzhéimer y la medicación para esta enfermedad. Un campo en el que indica que trabaja con biomarcadores de imagen que observan las proteínas en el cerebro de las personas, pero que como “son muy caros, estamos desarrollando ahora biomarcadores en test de sangre, que seguramente pronto llegarán aquí a Galicia si no están ya disponibles”.
Asegura que “son biomarcadores con los que tú puedes hacer un simple test de sangre y con ello hacer el diagnóstico del alzhéimer, una enfermedad que tiene unas características similares a muchas otras demencias, pero este análisis nos va a permitir tener una certeza de quién es el paciente con alzhéimer”.
Incorporación a la práctica clínica
De hecho, apunta que en el hospital de Pittsburg en el que trabaja “lo estamos introduciendo desde hace menos de un año en la práctica clínica, aunque aún no está cubierto por los planes de salud porque es algo realmente muy nuevo”.
Por el momento, Tharick Pascoal habla de “resultados muy esperanzadores, muy buenos porque, como decía, con un simple test de sangre se puede saber si el paciente tiene alzhéimer, y es muy importante principalmente en el inicio de la enfermedad, cuando tiene un problema leve de memoria que no se sabe si está asociado a la enfermedad o forma parte del envejecimiento normal de una persona”.
Además, hace hincapié en otra de las grandes ventajas de este sistema de detección, y es que se puede hacer prácticamente en cualquier centro sanitario y enviarlo luego a donde sea, sin necesidad de que la persona tenga que desplazarse a lugares específicos como sí requieren en cambio los biomarcadores de imagen.